Eso digo yo, ¿por qué no te callas y dejas gobernar?
Se supone que eres una copia exportada de la mano de las sabidurías de los padres de la Constitución -Manuel Fraga Iribarne incluido- que copiando el modelo británico de reinar pero no gobernar, pensaron que te podían colar por la puerta grande de la jodida transición.
No recuerdo se que haya realizado en el Estado Español ningún referéndum en el que poder pronunciarnos sobre la fórmula de monarquía o república.
No te has presentado –no recuerdo- a ningunas elecciones, Juan Carlos, no has sido elegido por el pueblo, el único soberano válido en una democracia representativa y además poco participativa…
Y va a resultar que eres como un nietecillo de Francisco Franco, Caudillo de España, como a él mismo le gustaba llamarse y obligaba al resto, que se enfada y abandona una reunión de mandatarios, que no tienes que mandar ¡hombre ya!, que eres de adorno.
¿No te gusta Chávez? A mi no me gustas tú, ni me gusta que tengamos que mantenerte entre todos con nuestros impuestos, creo que estorbas, como tirando a gasto inútil.
Parece, campechano Juanca, que a ti de da igual quien gobierne España desde el poder central, mientras te dejen ir a cazar, a los toros y a organizar tus propias corridas privadas.
Creo, de verdad lo creo, que no puedes salir a defender el honor de nadie si no respetas el honor de otros. ¿Te duele que le llamen fascista a Aznar?, pues te aguantas y te callas, igual que te callas ante los abusos imperialistas de las empresas españolas que se están enriqueciendo en América Latina.
¡Uf!, que espontanea soy y que a gusto me he quedado.
Tristana y yo.
Ladridos